En los catlins entramos en contacto con la wild fauna, una experiencia emocionante el poder ver animales en su hábitat natural y alguna lagrimita se escapa. Aquí nos damos cuenta del precario equilibrio que es necesario mantener y quizás re/apreder, puede que nos sirva para empezar el parar y fijarnos en las relaciones entre animales y plantas.
También visitamos a Susan (nuestra compañera de trabajo en Wanaka) y a su familia, que son de esta zona. Así llegamos a su casa para la hora del té y nos presentamos con un paquete de galletas, para descubrir que tomar el te en estos lares significa cenar.. de nuevo.. lost in translation, pero de una forma divertida. Con esta numerosa familia, compartimos una cena, una búsqueda de pingüinos, risas, conversaciones, un paseo por su increíble farm... Gracias Susan :)